El aprendizaje en línea tiene los mismos elementos básicos que el aprendizaje presencial. La principal diferencia es que la enseñanza se imparte en línea, ya sea a través de interacciones sincrónicas (por ejemplo, reuniones de Zoom, conferencias transmitidas en directo, chats en directo), interacciones asíncronas (por ejemplo, foros de debate, lecciones en línea a su ritmo, vídeos pregrabados), o una combinación de ellas. Estudiar carreras universitarias en línea es una modalidad interesante si estás acostumbrado a utilizar estas plataformas y además, buscas ahorrar tiempo y dinero.
El “aprendizaje en línea” no es una experiencia monolítica: tendrá un aspecto diferente dependiendo de si se aprende de forma sincrónica o asincrónica, junto a una cohorte o a ritmo propio, de forma independiente o con un grupo. Cuando se diseñan cuidadosamente, los cursos en línea pueden ser experiencias muy eficaces y atractivas, e incluso pueden ofrecer algunas ventajas sobre el aprendizaje presencial, como una mayor flexibilidad y la posibilidad de trabajar en colaboración en proyectos digitales.
TIPS PARA ESTUDIANTES EN LÍNEA
1. Trate un curso en línea como un curso “real”.
Cuando se trata de clases en línea, es necesario tener la disciplina para sentarse y decir: “Voy a trabajar en esto”, así como la dedicación para seguir adelante. Aunque puedes ser flexible en cuanto a cuándo eliges completar tu trabajo durante la semana, no puedes posponerlo indefinidamente.
Una de las maneras más fáciles de asegurar el seguimiento es recordar que estás pagando por tomar este curso en línea, al igual que lo harías por una clase tradicional, en persona. Debe “presentarse” si quiere obtener un valor real de su clase. Trata tus clases online de la misma manera que lo harías con una clase presencial -o, mejor aún, con un trabajo- y empezarás con buen pie.
Crea un espacio de estudio regular y sé organizado.
Establece un entorno de aprendizaje dedicado al estudio. Si completas tu trabajo allí repetidamente, empezarás a establecer una rutina. Tanto si tu espacio de trabajo es la mesa de tu cocina, una biblioteca o el puesto de la esquina de una cafetería local, es importante determinar qué tipo de entorno te irá mejor.
Experimenta para descubrir qué tipo de entorno aumenta tu productividad. Sea cual sea el lugar que elijas, asegúrate de que hay acceso a Internet de alta velocidad para que no intentes hacer un curso online con una conexión lenta.
Practica la gestión del tiempo.
La flexibilidad para crear su propio horario es a menudo uno de los mayores atractivos de tomar clases en línea. Pero esa libertad también puede ser perjudicial si no tienes unas sólidas habilidades de gestión del tiempo. Sin ellas, es fácil que te encuentres atrincherado antes de las clases o entregando trabajos de baja calidad.
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